No se puede obligar a leer a nadie, hay que atraer con buenas historias y los niños son muy exigentes a pesar de lo que creamos, ellos serán los futuros escritores y lectores.
Creo que todos nos acordamos de esos pequeños grandes cuentos que leíamos o nos leían en nuestra infancia, hay cosas que con el tiempo se olvidan pero esa época y ese tiempo yo creo que no.
